Mi hermana S. ya puede respirar tranquila: ningún chamaquete va a estropearle su fiesta de cumpleaños. El 25 de marzo es y será por otro buen rato su día, al menos en la familia. No, no ha salido aún este muchacho, no quiere y si no fuera por lo que nos dice al respecto la dra. junto con la información siempre útil y oportuna del "pregnancy for dummies" (o sea, nosotros) ya estaríamos bien histéricos y no lo medio histericos que estamos ahora.
El jueves pasado cumplí 40 semanas de gestación y pues a estas alturas, ya casi termino otra semana más ¿qué onda entons con este muchacho? La dra. nos dijo que tranquilos, que hijos de madres primerizas normalmente nacen cuatro o cinco días después de la semana 40. Ella, al igual que el "pregnancy for dummies" dice que un parto normal tiene lugar entre la semana 38 y la semana 42, antes y después de esas semanas ya no es parto normal. Ok, entendemos eso pero .... ya se nos cuecen las habas por tener en nuestras manos a ese cachito de carne, verlo moverse, oirlo chillar y , y... empezar a no dormir bien. Caray, nada es perfecto. La dra. nos dijo después de revisarme el jueves que pues en cualquier momento ya podía nacer, pero que para acelerar un poco el proceso, pues que caminar y comer cosas condimentadas o picositas ayudarían. Para que dice eso: ahí tienen a el ansioso de mi marido poniendome desde ese día unas jornadas de caminata de no mames. Ese jueves caminamos un resto tanto de día como de noche y me invitó unas papas a la francesa con pimienta y vinagre blanco de un lado y con un montón de catsup del otro y en la noche un sub de Quiznos, una de las tantas cadenas que le hacen la competencia al Subway. El viernes aparte de la caminata por la zona trendy de la ciudad, fuimos a ver a Jeffrey Attcher, un escritor medio acá que fué miembro del parlamento inglés y no se que más, interesante el hombre. El sábado de plano ibamos en la cuarta hora de caminata-descanso-caminata-descanso y Omar insistia en que el tiempo estaba mágnifico y que yo aguantaba. La verdad sí, tenía mucha pila pero solo a ratos. Más cuando me sobornó con un pozole en un restorancito mexicano, un paseó por el barrio chino -que es uno de mis favoritos- y con un partido de "futbolito" que estuvo reñido. Ya estando en Chinatown aprovechamos y compramos algo de despensa. En una de esas Omar fué a escoger unas peras y me dejó cuidando una bolsa. Una señora que estaba por ahí me preguntó que cuántos meses llevaba y pos le conteste que nueve (para fines prácticos se dice que son nueve meses de gestación, pero la verdad son cuarenta semanas lo cual no da nueve meses) tons asombrada me dice "entonces ya pronto" y le dijo, "pos nomás estoy esperando, puede ser hoy" y que me dice con cara de "usted ya ni la chinga" "ay señora y usted por acá de compras". Jijiji me reí y ella sonrió, justo en eso llegó omar y el marido de ella también y ya cada una siguió su rumbo. Ya ayude a cargar a Omar algunas cosas pues estoy embarazada no manca y sentía feo dejarle cargar todo a él. Ese día comimos comida china. El domingo ya me puse en huelga y dije: yo no camino mas, si no sale, no sale, yo ya me cansé de qeu me traigan de aquí para allá, pos que se cree éste. Tons a Omar no le quedo mas que apechugar y ya. Esos días también recibimos muchas llamadas y correos preguntando si ya había nacido este pimientiux y con pena les decíamos: aun no, aun no, nada de dolor, nada de nada, estamos bien pero no, aún no nace y así. Ya me sentía un poco apenada de no parir a tiempo, tons que me pongo a implorarle al pimiento: órale, ya sal, no seas malo, mira que ya te queremos ver, te va a gustar, te vamos a caer bien al menos un rato, y así pero no funcionó.
En medio de nuestra desesperación - jejeje- Omar me agitaba la panza y yo medio brincaba a ver si así este niño de tanto zangoloteo empezaba a dejarse ir por abajo pero nada, nada. Bailé un rato por la sala como botarga del dr simi y solo conseguí cansarme . El lunes preparé carnita de res con salsa verde medio picosita con sus papitas y nomás me llené, me dieron agruras por tanto condimento -le puse ajo, pimienta, comino, clavo- pero no salió el niño, al otro día desayunamos esa salcita pero ahora acompañada con chicharrón y no, nada. Comí zanahorias con chile y limón y tampoco, me comí hace rato unas hamburguesas del mcdonals y no. No funciona, no logro sobornar al cuerpo. Lo bueno es que éste bebo se sigue moviendo alegremente por mi panza y eso me pone tranquila, parece que está bien, sólo es cuestión de esperar un poco más.
Como diría Kalimán : serenidad y paciencia mi querido Solín.
El jueves pasado cumplí 40 semanas de gestación y pues a estas alturas, ya casi termino otra semana más ¿qué onda entons con este muchacho? La dra. nos dijo que tranquilos, que hijos de madres primerizas normalmente nacen cuatro o cinco días después de la semana 40. Ella, al igual que el "pregnancy for dummies" dice que un parto normal tiene lugar entre la semana 38 y la semana 42, antes y después de esas semanas ya no es parto normal. Ok, entendemos eso pero .... ya se nos cuecen las habas por tener en nuestras manos a ese cachito de carne, verlo moverse, oirlo chillar y , y... empezar a no dormir bien. Caray, nada es perfecto. La dra. nos dijo después de revisarme el jueves que pues en cualquier momento ya podía nacer, pero que para acelerar un poco el proceso, pues que caminar y comer cosas condimentadas o picositas ayudarían. Para que dice eso: ahí tienen a el ansioso de mi marido poniendome desde ese día unas jornadas de caminata de no mames. Ese jueves caminamos un resto tanto de día como de noche y me invitó unas papas a la francesa con pimienta y vinagre blanco de un lado y con un montón de catsup del otro y en la noche un sub de Quiznos, una de las tantas cadenas que le hacen la competencia al Subway. El viernes aparte de la caminata por la zona trendy de la ciudad, fuimos a ver a Jeffrey Attcher, un escritor medio acá que fué miembro del parlamento inglés y no se que más, interesante el hombre. El sábado de plano ibamos en la cuarta hora de caminata-descanso-caminata-descanso y Omar insistia en que el tiempo estaba mágnifico y que yo aguantaba. La verdad sí, tenía mucha pila pero solo a ratos. Más cuando me sobornó con un pozole en un restorancito mexicano, un paseó por el barrio chino -que es uno de mis favoritos- y con un partido de "futbolito" que estuvo reñido. Ya estando en Chinatown aprovechamos y compramos algo de despensa. En una de esas Omar fué a escoger unas peras y me dejó cuidando una bolsa. Una señora que estaba por ahí me preguntó que cuántos meses llevaba y pos le conteste que nueve (para fines prácticos se dice que son nueve meses de gestación, pero la verdad son cuarenta semanas lo cual no da nueve meses) tons asombrada me dice "entonces ya pronto" y le dijo, "pos nomás estoy esperando, puede ser hoy" y que me dice con cara de "usted ya ni la chinga" "ay señora y usted por acá de compras". Jijiji me reí y ella sonrió, justo en eso llegó omar y el marido de ella también y ya cada una siguió su rumbo. Ya ayude a cargar a Omar algunas cosas pues estoy embarazada no manca y sentía feo dejarle cargar todo a él. Ese día comimos comida china. El domingo ya me puse en huelga y dije: yo no camino mas, si no sale, no sale, yo ya me cansé de qeu me traigan de aquí para allá, pos que se cree éste. Tons a Omar no le quedo mas que apechugar y ya. Esos días también recibimos muchas llamadas y correos preguntando si ya había nacido este pimientiux y con pena les decíamos: aun no, aun no, nada de dolor, nada de nada, estamos bien pero no, aún no nace y así. Ya me sentía un poco apenada de no parir a tiempo, tons que me pongo a implorarle al pimiento: órale, ya sal, no seas malo, mira que ya te queremos ver, te va a gustar, te vamos a caer bien al menos un rato, y así pero no funcionó.
En medio de nuestra desesperación - jejeje- Omar me agitaba la panza y yo medio brincaba a ver si así este niño de tanto zangoloteo empezaba a dejarse ir por abajo pero nada, nada. Bailé un rato por la sala como botarga del dr simi y solo conseguí cansarme . El lunes preparé carnita de res con salsa verde medio picosita con sus papitas y nomás me llené, me dieron agruras por tanto condimento -le puse ajo, pimienta, comino, clavo- pero no salió el niño, al otro día desayunamos esa salcita pero ahora acompañada con chicharrón y no, nada. Comí zanahorias con chile y limón y tampoco, me comí hace rato unas hamburguesas del mcdonals y no. No funciona, no logro sobornar al cuerpo. Lo bueno es que éste bebo se sigue moviendo alegremente por mi panza y eso me pone tranquila, parece que está bien, sólo es cuestión de esperar un poco más.
Como diría Kalimán : serenidad y paciencia mi querido Solín.