Ayer nos reunimos la comunidad pata para ir al cine. Fuimos a ver Xmen 3. Está bien, sólo eso. Ya habiamos quedado que al salir de la función iríamos al
Zinco. Nos pusimos a pensar a que lugar íbamos a ir a cenar algo pues, aunque en el Zinco hay comida, su precio está un poco fuera del alcance de nuestros bolsillos. Recordé que en Bucareli, a la altura del Excelsior, se ponen puestos de comida toda la noche. Eso está retesuave pues tu llegas ahí a las dos o tres de la mañana y te comes tus taquitos y tu pancito de dulce acompañados por un refresco y un cafecito calientito respectivamente a precios bastante módicos. Omar-pata comiose un taco de moronga y uno de huevo a la mexicana bien servidos ambos. Quique-pata, aparte del de moronga (o rellena como algunos le dicen) se zampó uno de huevo a la mexicana al que le echó unos frijolitos de olla y , JLuis-pata se enchiló con uno de chicharrón con chile. Ja, ja, ja. Los taquitos estuvieron a 10 y 8 pesitos, pero para la hora y lo bien servidos que estaban estuvo bien. Macias-pata, otro de la patada, repitió lo mismo que JLuis-pata. Refrescaron sus gaznates con unas sangrías señoriales las cuales les costaron 10 varitos, pos ni modo algo malo tenía que tener este lugar y el sazón no era. Ya llenas las barrigas de estos hijos de la patada nos fuimos caminado hasta la calle de Motolinía que es donde el mentado
Zinco está. Nos metimos y vimos que estaba medio lleno, tons fuimos a buscar donde sentarnos... Buscamos por acá y por allá y que me hallo unos sofás. Era el "camerino" de los músicos, pero a falta de ellos (que aún no llegaban) pos que nos sentamos. ¡Qué a gusto nos estuvimos!. El de la consola del Zinco la verdá que si sabe poner música: pone exclusivamente jazz sin importar el género. Lo pone a buen volúmen y la calidad el sonido del club es muy buena. A ratos pensabamos que había músicos tocando en el escenario, jajaja. En el zinco te encuentras gente interesante. Muchos de ellos se dedican a la música de manera profesional y además te encuentras a gente re vaciada como el "romulito" que nos hizo la noche feliz con sus ocurrencias cagadas.
Como a la 1:00 am aún no llegaban los músicos y como que nos estabamos desesperando, no sólo nosotros, sino todo el respetable pero si aguantabamos íbamos a escuchar a algunos de los músicos traidos a nuestra ciudad con motivo del festival de jazz. No siempre ve uno tocar en vivo a músicos de calidad de manera gratuita en un lugar como en el que estábamos.
Bueno, como a la 1:30 que llegan estos batos. Se instalan en el escenario y estalla la música... El negro de la batería es sin duda el mejor baterista que he visto en vivo. Pero que destreza, que belleza de ejecución, que control de su instrumento y que alegría derrocha. Parecía que acariciaba con sus baquetas el aire y el metal al mismo tiempo. Uno podría decir que el movimiento de sus manos era como el aleteo del colibrí: apenas se percibía. El cambio de sonidos suaves a los estridentes era insantáneo. Es de esas personas a las que se les ve el gusto que le tienen a su profesión. Si alguna vez han visto algún video de Tito Puente, pues así, solo que con batería. El público estalló en aplausos y gritos de placer.
Sus músicos no se quedaban atrás. El contrabajista dejaba los dedos en las cuerdas. Movía rapidísimo sus dedos sobre los trastes; parecía que estaba tocando speed metal ¡con el contrabajo! Cabrón de verdad. Los tipos de los metales eran muy buenos, y del chico de la guitarra que les puedo decir: excelente. A este chavo, llamado Ilán Barlavi, no le pierdan la pista. Toca seguido ahí. Es un producto nacional con calidad de exportación.
Hubo palomazos y nos dieron cátedra de lo que es improvisación. Ya nos decía el buen baterista al iniciar la sesión: puro New York style. Ayer el club Zinco fué el lugar indicado para oir así el jazz, el gran jazz. Pequeño, con gente conocedora que no se ponía a hablar cuando estaba siendo ejecutada magia por un grupo de magos; pero qué digo: brujos de la música. Seguido es así en el Zinco. Cuando sus bolsillos se los permitan , vayan. Hay días que es grátis o como ellos lo dicen: zincover.
Zinco
Motolinía no. 20 esq. 5 de mayo
Centro histórico
Reservaciones al 55 12 33 69 & 55 18 63 69
desde las 21 h